Lloras, no haces más que llorar. Lloras porque te ha dejado tirada, porque ya no quiere estar contigo. Prefiere a otra, o simplemente, ya se ha cansado de ti. Sientes que la vida se te acaba, que ya no habrá más nadie, o que los habrá, sí, pero luego harán lo mismo que ha hecho él ahora, olvidarse de ti, y te equivocas. ¿Sabes qué? Hay una única persona que siempre va a estar ahí para ti, alguien que jamás va a abandonarte, pase lo que pase, que te protegerá en los malos momentos y disfrutará contigo en los buenos. Alguien que te va a tener que soportar siempre, quiera o no quiera, alguien que siempre intentará poner la otra mejilla ante tus problemas, que tropezará y caerá contigo una y mil veces si son necesarias, pero con la condición de que siempre te levantes. Ese alguien eres tú misma. Tú eres la única persona que va a convivir contigo toda la vida. Por eso quiérete mucho a pesar de que otros no hayan sido capaces de hacerlo, y no te preocupes por personas de tu pasado, hay una razón por la que no han llegado a tu futuro.