Sólo el fuerte sobrevive, límpiate esas lágrimas.

He aprendido que la vida es un momento, un pequeño instante. Vivimos planeando el mañana, intentando comprender el ayer, y mientras dejamos escapar el día de hoy. Vivimos buscando el momento perfecto, la vida perfecta, el sueño perfecto, la persona perfecta, pero no hay momentos, ni vidas, ni sueños, ni personas perfectas. Así que, simplemente vive tu vida y hazla perfecta, pero a tu manera.

viernes, 3 de febrero de 2012

Si algo me ha enseñado todo esto, es que lo único que nos frena es el miedo. Vivimos aterrados a lo que pueda sucedernos si hacemos esto o si por algún casual sacamos valentía para hacer esto otro. Pero piénsalo. Tienes todo el tiempo que necesites, no hay prisa. ¿Cómo vas a aprender si nunca cometes errores? ¿Cómo seguirás adelante si nunca te has echado atrás? He aprendido que la vida está para eso, para fallar, para aprender a valorar las cosas cuando ya no las tienes y arrepentirte. Nunca sabrás lo que es el rechazo si nunca te dan la espalda, jamás conocerás lo que es la alegría si nunca pruebas la tristeza, tampoco conocerás la importancia de una persona si jamás has perdido alguna y además, nunca sabrás qué te espera si no te arriesgas. Así que tú verás lo que haces, está en tu mano reaccionar. Yo ya he aprendido que la vida está para vivirla, para tirarse a la piscina, y a ser posible de cabeza, sin miedo a lo que pueda suceder luego. Yo he aprendido que lo único realmente importante, es el presente, lo que estás viviendo en este mismo momento. Recuerda que el tiempo es lo único que nunca vuelve, así que aprovéchalo al máximo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario