Sólo el fuerte sobrevive, límpiate esas lágrimas.

He aprendido que la vida es un momento, un pequeño instante. Vivimos planeando el mañana, intentando comprender el ayer, y mientras dejamos escapar el día de hoy. Vivimos buscando el momento perfecto, la vida perfecta, el sueño perfecto, la persona perfecta, pero no hay momentos, ni vidas, ni sueños, ni personas perfectas. Así que, simplemente vive tu vida y hazla perfecta, pero a tu manera.

viernes, 17 de febrero de 2012

Que David ganara a Goliat era improbable, el 12-1 contra Malta era improbable, o una periodista convertida en princesa también lo era, pero sucedió. Por eso no me gusta hablar de cosas imposibles, sino improbables, porque lo improbable es por definición probable y mientras haya media posibilidad entre mil millones, merece la pena intentarlo.



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